Hemos probado muchas rutas
y hoy estamos donde mismo.
Entonces hay que probar nuevos caminos,
como el de la incomodidad,
para incomodarme a mi mismo,
para incomodar a los demás,
con el único fin de salir de la comodidad,
la comodidad machista, la comodidad cristiana, la comodidad de las certezas,
porque estar cómodos nos da placer, pero también miedo,
miedo a encontrar nuevas certezas,
nuevas certezas que nos incomoden.