Los que lean este escrito preguntarán por el #144,
enterándose que el #144 es “el perdido”,
el que nunca escribí, pero que podría haber escrito.
El #144 es como esas personas que tienen lo que buscamos,
pero que nunca vamos a encontrar, porque lo tienen ellos, “los perdidos”,
los que no somos capaces de ver,
los que no siguieron las reglas,
los que se equivocaron una y otra vez,
a los que se les acabaron las oportunidades,
a los que se les acabó el tiempo.
El #144 es para ellos,
para los que alguna vez nos hemos sentido perdidos.