Llora en silencio,
deseando que alguien la escuche,
esperando que alguien la mire,
sino, no lloraría.
Lo hace como un grito de auxilio, desesperado,
que todos escuchan, pero nadie oye,
así guarda llantos que llevan años,
de esos que cierras los ojos
y sigues llorando.